pegatinas en el buzón de correos
en el bar de mi pueblo hay un buzón de correos incrustado en la fachada en el que aún sobreviven las pegatinas de mickey mouse que pegamos allá por 2008 después de comernos una bolsa de gusanitos. el amarillo del buzón sigue casi igual que entonces pero las pegatinas están deshechas descoloridas devastadas por el paso de los años como yo escribiendo esto porque cada vez que intento escribir sobre el paso del tiempo me siento esa pegatina fea en la que no se entiende ni el dibujo ni el color pero que sigue ahí pegada inmóvil como si fuera parte de la superficie que la sostiene. recuerdo tener alrededor de 6 años y pegar la pegatina pensando que a partir de entonces la vería todos los veranos y me acordaría de que un día fui diminuta y quise dejar constancia. ahora por culpa de esa pegatina no puedo dormir. me persigue el pensamiento de que un día fui feliz allí y del olor que había entonces y de lo ligero que era mi cuerpo porque solo tenía que soportar la curiosidad inocente del cómo será todo esto cuando sea mayor y eso cuando eres pequeña pesa muy poco. me gustaría que mis raíces al pueblo fueran tan sólidas como el pegamento de las pegatinas de los chetos. me viene a la cabeza eso que leí un día de pequeña a escondidas en un libro de mi padre que decía no se puede bajar al río dos veces porque la segunda ni el río ni tú seréis los mismos. a mi me apasionaba esa idea por dios !!! ir por la carretera un año después y ver el pueblo a lo lejos en la última curva después de tanto tiempo aguantando las ganas de bajarme del coche y echar a correr con el olor a la mierda de los cerdos porque da igual lo niña o adolescente que fuera que siempre iba a poder hacerlo sin que fuera raro que me gustase. correr hasta la casa de arriba de la fuente y contarles a mis amigas todo lo que me había pasado ese año y enumerar las razones por las que obviamente no era la misma !! y escuchar las suyas con mucha atención y contar un amor nuevo cada año y no dejar de pensar escribiré sobre esto algún día porque para mi todo eso era crecer. crecimos juntas y yo ahora escribo porque un día maider iratxa marta irune ane me contaron qué les asustaba de hacernos mayores
ahora cuando pienso lo del río no me gusta nada porque vuelvo y no es emocionante que no sea la misma porque lo único que tengo ahí son recuerdos. os acordáis cuando pasó lo del pastor cuando en las fiestas pasó nosequé cuando hicimos esto y lo otro cuando nos queríamos como si fueramos a ser niñas toda la vida como si fuéramos a crecer juntas todos los años !!!!! escribo sobre eso porque ya lo viví y no quiero que se pierda y se manche y se caigan trozos pero estoy condicionada a escribirlo toda la vida porque ya no hay un sentimiento tan arrollador inocente puro y esperanzador como el que ya tuve el día que pegué la pegatina en el buzón de correos.
siempre he llevado bien las decepciones porque cada vez escuecen menos y suelo encontrar otros sitios en los que reposar la voluntad de construir algo nuevo pero nunca había sentido decepción en un sitio del que nunca tuve que irme y siempre podía volver.
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