el peligro de comer cacahuetes
Después de preguntarle si prefería ser un cacahuete el resto de su vida, no sentir nada nunca jamás, dormir abrazado a Kiko Matamoros todas las noches o tener 14 hijos él escribió esto
Creo que si soy un cacahuete voy a estar en tu cerebro todos los días, porque siempre tienes que pensar si las cosas que comes llevan cacahuetes. Y aunque no sea nada bonito, espero que tampoco te lleves ese pensamiento a todas las personas que conozcas y que no preguntes a ninguna persona si lleva cacahuetes sino que te atrevas a comértelo y no preguntarte qué va a pasarte después.
Lo de pensar si las cosas que como llevan cacahuetes es porque soy alérgica y lo que pasa después de comerme uno es que se me hinchan tanto los labios y las vías respiratorias que me pongo morada y fea y poco elocuente porque claro seguramente me queden pocos minutos para quedarme inconsciente. La última vez que me comí un cacahuete creo que fue en 2012 así que a lo mejor se me ha quitado la alergia porque si, las alergias se van, las personas también se van, te empieza a gustar la cerveza, un día dices las cosas que dicen tus padres, te das cuenta de que las parejas de los calcetines nunca aparecen, de que la vida a veces acompaña y de que a lo mejor ponerse morada unos segundos antes de morir es divertido si hay alguien pinchándote adrenalina en el muslo. Así que he decidido que a lo mejor empiezo a comerme cacahuetes porque se me ha olvidado el sabor y porque existen los antihistamínicos y porque espero que tú, ahora que sabes que soy alérgica, me claves en el muslo la adrenalina suficiente para salir viva
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